Este fue el primer libro con formato CD, y, por sus pocas páginas, se asemejaba bastante a la carpetilla que suelen tener los discos con información del artista y las letras de las canciones.
La idea se me ocurrió en un restaurante, donde tardaban mucho en servirme la comida. De pronto se me ocurrieron unos versos que inmediatamente escribí en una servilleta de papel.
Tremendo tronador. Allá en las montañas las chispas de Mjollnir encienden la noche.
Terminé el texto en mi casa, pero se puede decir que «salió de un tirón». Y en una comida de amigos vikingos de Madrid, le propuse a Jesús Jestormbringer (que había hecho un curso de diseño y tenía todos los programas posibles) que se ocupase de la parte gráfica. Y después de muchas pruebas y correcciones, muchas llamadas entre nosotros, conversaciones con el impresor… lo tuvimos listo para la Feria del Libro de Madrid del 2011. Se imprimieron 100 ejemplares, numerados y firmados por los dos autores; después cada uno añadía la dedicatoria a quien se lo compraba.
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